sábado, 12 de marzo de 2011

La voluntad


Es necesaria la voluntad para llevar a cabo aquello que pensamos que es bueno para nosotros o el grupo al que pertenecemos.

Algunas veces necesitamos realizar cambios o iniciar nuevos hábitos que creemos positivos. Para ello nos ayudamos de la consciencia.

El primer ejercicio es fortalecer la consciencia. Concretamente la conciencia del presente.

Pero debemos tener claro que el fortalecimiento de la conciencia del presente nos ayudará, porque si no no tendríamos la voluntad suficiente para realizar los ejercicios adecuados para fortalecerla.

Por eso es importante disponer de un buen marco teórico sobre el que apoyar las ideas que apuntalarán la nueva actividad (los ejercicios), la cual será impulsada por la voluntad.

Debido a nuestra complicación de tener nosotros esos otros yoes ("Yo como objeto" que atiende a nuestro pasado y el "Yo como sujeto" que atiende a nuestro futuro), se ha producido un alejamiento o disminución de la sensibilidad del presente (Yo como experiencia) para arrojarnos a una "empanada" mental. Una especie de marasmo de identidades en conflicto, miedos imaginarios y deseos insaciables, todo lo cual genera la neurosis del ser humano que sufre desde que lo es.

Necesitamos retomar nuestra capacidad de estar aquí y ahora, reforzar la consciencia, porque ésta tiene, entre otras, las siguientes funciones:

"Ser conscientes del momento nos da ventajas como el aprendizaje, adaptación del comportamiento, búsqueda de la novedad. Elegimos entre las opciones de apareamiento que se nos presentan, podemos evitar a los depredadores y estar realmente presentes en las relaciones sociales. Sobre todo nos ayuda a escuchar" (Bernard Baars)

Pero como todo, si queremos realizar un cambio, si queremos aumentar nuestra capacidad de atención, abriendo todos nuestros sentidos al presente, debemos practicar, y esto requiere voluntad.


Rafael San Andrés Renedo

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