viernes, 11 de marzo de 2011

Sueños lúcidos



Este es un fenómeno extraordianariamente interesante al que , según mi opinión, no se le ha prestado la suficiente atención.

Un sueño lúcido se produce en el momento el que una persona se da cuenta de que está soñando y, a partir de ese momento, resulta que el sueño se vive de forma diferente.

Sigue siendo un sueño, pero se vive con más intensidad y se añade a él una característica extraordinaria.

A partir de ese momento, la persona que está soñando, toma el control del sueño, siendo capaz de dirigir la atención. Las facultades ejecutivas del individuo se actualizan.

Estas facultades ejecutivas son las que dirigen la atención, son capaces de llevar a cabo planes con arreglo a unas metas e inician la acción. Es parte de lo que hemos denominado el "Yo como sujeto".

El "Yo como experiencia" es esa parte de nosotros que percibe el presente a través de la consciencia; es lo que está ocurriendo, por ejemplo, mientras estamos viviendo un sueño normal

Fíjense que en un sueño normal está presente el "Yo como experiencia" y en el sueño lúcido, parece añadirse a él el "Yo como sujeto".

Este es un caso en el que se demuestra que podemos hacer una distinción real entre dos de los tipos de "Yo" descritos en las anteriores entradas.

Veremos al final que nos vemos obligados a concluir que la idea de un "Yo" fundamental, único, no existe.

De hecho, cuando decimos "Yo", nos podemos estar refiriendo a cosas diferentes, y lo más común es que nos refiramos al "Yo como objeto", el cual es tal vez el más frágil y menos decisivo para la vida del agente ("Yo como sujeto") que es consciente del momento presente ("Yo como experiencia").

El "Yo como objeto" es lo que solemos decir cuando nos preguntan quién somos; nuestro nombre, procedencia, residencia, profesión y detalles de nuestra propia historia.

Veremos ejemplos en los que el "Yo como objeto" se presenta disociado de los otros dos conceptos de "Yo" descritos.

Rafael San Andrés Renedo

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