sábado, 12 de marzo de 2011

¿Existe el libre albedrío?


Si nos tomamos en serio los presupuestos de la ciencia, tendríamos que ser rigurosamente deterministas; y yo mismo, fascinado por ese punto de vista, lo he sido durante mucho tiempo, negando el libre albedrío y creyendo a pies juntillas en que éste no era más que una simple ilusión.

Pero parece ser que no es tanto así. Es evidente que estamos dotados de un organismo, regido por su sistema nervioso, el cual nos hace capaces de prever las cosas, de evitar peligros y de buscar insaciablemente lo que más deseamos, siendo capaces de conseguirlo en cierta medida.

Como he explicado en otra ocasión, somos todos un organismo en proceso y en ese organismo cabe detectar varios fenómenos a los que podemos denominar "yo".

Cuando decimos "yo", nos podemos referir a nuestro cuerpo, nuestro nombre y la historia que nos hacemos de nosotros mismos. Algo, en sí, construido de manera un tanto artificial. De hecho nos podríamos cambiar nuestro propio nombre y variar u olvidar nuestra propia historia.

En fin, este último aspecto del yo es algo que está ahí, es como un objeto, el cual puede ser de una u otra manera, puede variar, o incluso desaparecer, como les pasa a quienes tienen la desgracia de sufrir la enfermedad de Alzheimer.

Es por eso que yo le llamo el "Yo como objeto"

Este "Yo" no decide nada, está ahí, a merced de otro "Yo", del "Yo como sujeto" que es el portador del deseo infinito de amor, poder y libertad.

Este último "Yo", el "Yo como sujeto" es el que nos convierte en agentes, esa parte de nosotros mismos capaz de mirar hacia el futuro y hacer los reajustes y planes necesarios para que el "Yo como experiencia", esa parte de nosotros, testigo del presente, pase a un estado mejor, más deseable más adelante en el tiempo.

Pero el "Yo como experiencia" no es lo mismo que el "Yo como sujeto", el "Yo como experiencia" somos nosotros en este mismo instante, este yo consciente de lo que va ocurriendo en nuestro mundo segundo a segundo.

De alguna manera, decir que tenemos varios "Yoes" vendría a decir que en realidad no hay ningún "Yo" consistente dentro de nosotros. Somos una maquinaria que desea, una maquinaria loca que dispone de unas maravillosas capacidades para evitar peligros e intentar conseguir todo aquello que deseamos, todo aquello que nuestro "Yo como sujeto" se proponga, no sólo para evitar peligros, sino para sobrevivir e intentar ser todo lo más feliz posible, estableciéndose una metas, de acuerdo con unos valores.

Sí, amigos, somos libres de crearnos todo un mundo de valores y formas por las que creemos que podemos dar satisfacción a nuestro "Yo como sujeto", es decir, a ese anhelo interno, insaciable, de amor, poder y libertad.

Somos todo lo libres que podemos ser gracias a que somos un agente capaz de establecerse los objetivos que cada uno considere, siempre como base de todos ellos, la propia supervivencia.

¿ Estamos determinados ? sí, en su mayor parte.

¿ Disfrutamos de alguna libertad, es decir, tenemos libre albedrío ? también.

Y esa es la gran creación de un Universo ininteligible que es capaz de producir criaturas como nosotros.


Rafael San Andrés Renedo

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