Hay una visión en lo más profundo de cada uno; es la visión del propio futuro.
No se sabe cuándo ni cómo, pero en el interior de cada persona se fraguó en un momento determinado una poderosa visión; una visión marcada a fuego en las propias entrañas; una visión que sigue implacable el camino de su autorrealización.
Somos profetas desde el mismo momento en el que cristalizó una profecia en el interior de cada cual; profecia que tarde o temprano se llega a cumplir, si no interfiere el azar incontrolable e inesperado.
El "Yo como sujeto" contiene el deseo infinito de amor poder y libertad y una visión, la visión de una "metáfora soñada" que implica su completa satisfacción.
Rafael San Andrés
No se sabe cuándo ni cómo, pero en el interior de cada persona se fraguó en un momento determinado una poderosa visión; una visión marcada a fuego en las propias entrañas; una visión que sigue implacable el camino de su autorrealización.
Somos profetas desde el mismo momento en el que cristalizó una profecia en el interior de cada cual; profecia que tarde o temprano se llega a cumplir, si no interfiere el azar incontrolable e inesperado.
El "Yo como sujeto" contiene el deseo infinito de amor poder y libertad y una visión, la visión de una "metáfora soñada" que implica su completa satisfacción.
Rafael San Andrés
No hay comentarios:
Publicar un comentario